Ormus, ¿leyenda o realidad? Por Alberto Borrás Gabarró.

El presente artículo es autoría de Alberto Borrás Gabarró. Comentado por Artur Sala y publicado en su blog. Puede ser distribuido libremente y de manera gratuita en cualquier web, pero no puede ser reproducido con fines lucrativos o comerciales, y haciendo constar siempre la fuente original del artículo:

http://artursala.wordpress.com/2013/07/11/ormus-leyenda-o-realidad-por-alberto-borras-gabarro/

 

Queridos lectores.

Emblema del Ormus.

Emblema del Ormus.

El propósito de este blog ha sido des de siempre la difusión de toda aquella ciencia que ha sido ocultada o perdida por el tiempo. Cuando lo empecé me juré dos cosas; que no hablaría de nada que no hubiera contrastado uno, y dos, que intentaría ser mínimamente genuino entre tantos refritos de ciencia “NewAge” que abunda por internet. Así que si se han dedicado entradas a las transmutaciones, a la electricidad fría, ahora a Reich, así como otros temas… es porque he contrastado de lo que hablo por un lado, y porque todos estos temas han sido tremendamente malinterpretados y/o desconocidos por otro, y deben de ser estudiados y presentados de manera rigurosa y seria, por lo novedosos de los mismos. Este artículo si bien es genuino, entra en el terreno de la especulación, pero es interesante porque de ser cierto las aplicaciones del ORMUS a la agricultura, coincido plenamente con Borrás Gabarró que el asunto merece ser estudiado en serio, y no solamente por aquello de que cuando el río suena.

Así que hilvanando fino como hace siempre el maestro, les dejo con sus palabras.

Las palabras en cursiva de ahora en adelante, son notas mías y apuntes a las palabras de Borrás Gabarró. El presente artículo es autoría de Alberto Borrás Gabarró y puede ser distribuido libremente y de manera gratuita en cualquier web, pero no puede ser reproducido con fines lucrativos o comerciales, y haciendo constar siempre la fuente original del artículo.

Ormus, leyenda y realidad.

Supuesto oro monoatómico.

Supuesto oro monoatómico.

ORMUS es el nombre que se ha dado a una enigmática materia de fácil obtención, relacionada al parecer con metales preciosos, a la que se le atribuyen excepcionales propiedades vitalizantes, regenerantes y curativas, y que se ha querido asimilar a la Piedra Filosofal, al Elixir de Larga Vida, y hasta al Santo Grial. Un mito que ha desbordado la realidad, una irracional divulgación, con exageraciones y mal entendidos que desacreditan unas posibilidades reales de primera magnitud. Sin embargo, recientemente, han aparecido artículos sensatos como el del Dr. Roger Taylor, inmunólogo de prestigio de la Universidad de Bristol La Magia y el Misterio de los Elementos Ormus, en las revistas NEXUS y CADUCEUS, con el propósito de desmitificar el asunto y darlo a conocer a lectores con sentido crítico, ya que al menos en agricultura, sus posibilidades son dignas de estudio.

David Radius Hudson, en la última charla que dió en 1995.

David Radius Hudson, en la última charla que dio en 1995.

El asunto ORMUS empezó en los años 1970, cuando un acaudalado terrateniente de Arizona, David Radius Hudson, encargó unos exhaustivos análisis de sus tierras. Aparte de corregir sus deficiencias para el cultivo, sospechaba que contenían Oro en proporción rentable. En los ensayos quedó un residuo, un misterioso polvo blanco que se resistía a todos los análisis. Los procesos de espectrometría utilizados en los laboratorios de EEUU, una combustión durante unos pocos segundos, solo mostraban trazas de Silicio, Calcio, Magnesio, Aluminio, Hierro, y otros elementos más comunes, pero más del 99 % era un enigma. Al utilizar un proceso de espectrometría desarrollado en la URSS, con una combustión de 300 segundos, aparecieron, según Hudson, proporciones importantes de metales preciosos del grupo del Platino, como Rodio, Osmio, Iridio, Paladio, Rutenioal parecer en una forma atómica extraña e indetectable por los métodos analíticos usuales. Hudson era rico, y se gastó una cuantiosa suma, parece que más de cinco millones de dólares, probablemente deducible de impuestos, en la investigación de ese polvo, lo que le llevó más de diez años. De paso se hizo un experto en Física y Química.

Charla de David Hudson en mayo de 2011, que rompía 15 años de silencio con respecto a sus descubrimientos sobre el ORMUS.

Registró fenómenos desconcertantes: determinadas fracciones de ese polvo blanco, ricas en Osmio, al ser expuestas al Sol, desaparecían repentinamente con un silencioso fogonazo. Otras, ricas en Iridio, al calentarlas en un recipiente hermético, perdían hasta el 44 % de su peso, y lo recuperaban al enfriarse. Esta disminución de peso se transmitía al recipiente. En ocasiones desaparecían y reaparecían según la temperatura. Su comportamiento en los campos magnéticos, hacía pensar en superconducción eléctrica a temperatura ambiente y parecía que sus átomos eran capaces de atravesar sólidos, mediante el llamado efecto túnel de Josephson.

Harold e. Puthoff.

Harold E. Puthoff

Este comportamiento anómalo decidió mostrarlo a un destacado físico de vanguardia, Harold E. Puthoff, director del Instituto de Estudios Avanzados de Austin. Puthoff le explicó que podría tratarse de Materia Exótica, una sustancia capaz de modificar la curvatura espacial que se manifiesta como gravitación, lo que explicaría las diferencias de peso. Se asombró al comprobar que esta disminución del 44% coincidía exactamente con sus cálculos teóricos anteriores. Representaría un descubrimiento crucial para la conquista del Espacio.

Nicholas Flamel.

Nicholas Flamel.

Hudson estaba convencido que estos metales se hallaban en el estado que llamó Orbitally Re-arranged Monoatómic Element. Como acrónimo ORME, pero otros investigadores no estaban de acuerdo, y acabó llamándose la latinización ORMUS, que no significa nada. Otros, de manera más “científica” lo llaman Elementos en Estado M, o M Elementos. Después de muchos años de trabajo y experiencias, en 1988, Hudson solicitó patentes en muchos países reivindicando procesos químicos para pasar el ORMUS a la forma metálica y viceversa, pero solo le fueron concedidas en Gran Bretaña, patente GB 2.219.995 del 28 de Diciembre de 1989, y en Australia. (Nota importante; las webs de química y escépticas ponen este tema poco menos que a parir).

Cover_final_ormus1La hipótesis más aceptada sobre el estado físico de los elementos en Estado M, se basa en el spin mucho más rápido de sus electrones, que se emparejan en los llamados Pares de Cooper, lo que hace que estos elementos sean estables a los reactivos normales, pero así, (lo que parece contradictorio) son mucho más biodisponibles. (Nota; el par de Cooper es el apareamiento de dos electrones que “provoca” la superconductividad, descubierta por John Bardeen, Leon Cooper, y John Robert Schrieffer en 1957 y conocida como teoría BCS por el que se les concedió el Nobel de física en 1972. El fenómeno se producía a temperaturas cercanas al cero absoluto y se consideraba por tanto de difícil aplicación práctica. Pero en los años 80 se descubrieron fenómenos de superconductividad a temperaturas de unos 100 grados kelvin, que no pueden ser explicadas por la teoría oficial. A pesar de no tener una explicación con el modelo oficial sobre estos fenómenos, se niega la posibilidad desde la ortodoxia que la superconductividad sea un fenómeno posible a temperatura ambiente).

En sus amplias investigaciones Hudson hizo analizar con el método soviético, una serie de productos naturales, cerebro de cerdo, otros tejidos animales, plantas como zanahoria y aloe vera, agua de mar, agua del Mar Muerto, etc., hallando proporciones importantes de los nombrados elementos preciosos. El alto contenido de ORMUS en el cerebro, el 5 % de su materia seca, le indujo a relacionarlo con la actividad cerebral, la relación cerebro-mente, regeneración del ADN y pensó en que tenía en sus manos un producto de potencial curativo excepcional. Empezó a leer textos de Alquimia, y se convenció que el ORMUS era una variedad de la Piedra Filosofal y del Elixir de Larga Vida. Informa de curaciones de cáncer y SIDA y empieza el mito. En 1995 inició una gira de conferencias en EEUU, y el ORMUS salió a la palestra pública, con peregrinas historias de un sujeto que experimentaba místicos orgasmos, un gato que recreció su amputado rabo…….y otras por el estilo, lo que inició el descrédito científico del asunto.

Hudson quiso montar una planta extractora de ORMUS en Arizona, pero no pudo por problemas legales, y dijo que fue obligado a retirarse del asunto. Desde 1999 se mantiene en un discreto silencio (Nota; roto en 2011 en la charla que podemos ver más arriba). Podemos decir a favor de Hudson:

  1. Era rico, de familia conocida e influyente en política, no tenía necesidad de inventarse un descubrimiento fraudulento, aparte que está comprobado que invirtió sumas cuantiosas en sus investigaciones.
  2. La patente es muy explicita, detallada, y bien planteada. Fue redactada por un equipo con sólidos conocimientos en Física y Química. Tiene un fallo: el empeño en afirmar en que estos elementos preciosos se hallan en forma monoatómica sin aportar pruebas fehacientes. Quizás por esto fue rechazada en EEUU, o porque era peligrosa para otros intereses, quizás la minería de metales preciosos o la tecnología aeroespacial. Según Hudson, los elementos preciosos en este Estado M, son entre 10.000 y 100.000 veces más abundantes en la Naturaleza, que en el estado físico normal, pero al ser indetectables por los procesos analíticos normales, se consideran inexistentes. Precisamente, en la patente de Hudson, se detallan une serie de procesos químicos para pasar los elementos en Estado M a un estado normal, lo que permitiría la obtención de estos elementos en cantidades rentables. Pero debe tener sus fallos. Según Hudson, el ORMUS del agua del Océano Pacífico contiene del 8 al 14 % de Oro, 30 % de Rodio y del 6 al 9 % de Iridio. El ORMUS del agua del Mar Muerto, que ha recibido mucha energía solar, hasta un 70 % de Oro. De acuerdo a estos datos, el ORMUS del Mediterráneo, podría tener un 10 % de Oro. Se estima que el agua de mar tiene un promedio de 1 mg de Oro por 1000 l, una cantidad que no hace rentable se extracción. Pero estos 1000 litros nos darían 2000 grs de sólidos de ORMUS, con 200 gramos de Oro, en este caso 200.000 veces más que el Oro normal. Si ello fuera cierto, y el proceso de transformar el Oro M en Oro normal, según la patente de Hudson, fuera asequible, extraña que no se utilice, sobre todo en Israel: el Mar Muerto daría más de 1 Kg de Oro por 1000 l.
  3. Prestigiosos personajes como Puthoff se comprometieron seriamente en los descubrimientos de Hudson. De sospechar fraude no lo hubiera recibido.
  4. Empresas como la General Eléctric se interesaron mucho por el Rodio en Estado M para catalizadores de automóviles y comprobaron que ese Rodio funcionaba igual que el metálico. El Rodio se utiliza para estabilizar el Platino en catalizadores. Curiosamente, comprobaron que al cabo de un tiempo de funcionamiento, aparecía Rodio en forma de metal. De no presentarse con unas credenciales de seriedad no le hubieran hecho caso.
  5. Investigadores independientes han reproducido algunos de los enigmáticos fenómenos del ORMUS, la deflagración con la luz solar, las anomalías en su peso según la temperatura y la levitación en campos magnéticos, algo insólito en un material aparentemente no magnético, pero quizás superconductor.

Barry Carter de Subtleenergies.

Osmio, Iridio y oro obtenido de ORMUS.

Osmio, Iridio y oro obtenido de ORMUS.

Al retirarse Hudson, otros tomaron la antorcha. El más importante es Barry Carter, con una Web que proporciona una cuantiosa información sobre métodos de obtención, efectos terapéuticos y principalmente su efecto sobre el crecimiento y rendimiento en agricultura. Así como la información sobre los efectos curativos, algunos casos de cáncer, SIDA, diabetes, es anecdótica, sin ningún control y vaga, lo que la invalida, e induce al descrédito. Esta web, aunque parece que es la más seria sobre el tema, es bastante fanática y con escaso criterio científico. Sin embargo, los resultados presentados en agricultura son más fiables, por lo que nos ceñiremos en ellos.

Un aspecto desorientador, es la diversidad de métodos, que parecen contradictorios, para la obtención de ORMUS. Se citan tres. Uno es el cocimiento de tierras volcánicas en una solución concentrada de sosa cáustica y posterior neutralización y precipitación. Otro, la alcalinización del agua de mar con sosa, hasta pH exacto de 10,78, recogiendo y lavando el precipitado que contiene el ORMUS, y el tercero, el tratamiento de agua formando un vórtice dentro de un campo magnético, y recogiendo una pequeña parte de agua de la parte alta del vórtice, que al parecer es más viscosa y contiene el ORMUS. Así, parece que hay varios tipos o formas de ORMUS, lo que acaba desacreditando más el asunto.

Laurence Gardner.

Laurence Gardner.

Como todo es negocio, hay montones de webs ofreciendo varias clases de ORMUS, sugiriendo curaciones, salud, longevidad, potencia sexual, prolongados orgasmos, facultades paranormales, y sustentando las teorías más peregrinas. Unas anuncian un ORMUS, White Gold, partiendo de Oro metálico 24 kilates, tratado químicamente para pasarlo a una supuesta forma alquímica de propiedades “trascendentes”. Algunas contienen foros en los que se dialoga y comenta. Para enredar más el asunto, un importante historiador y genealogista, Sir Laurence Gardner, publicó una serie de artículos bien documentados históricamente, en los que asimila el ORMUS de Hudson a un mágico polvo blanco que utilizaban los egipcios, caldeos, algunos iniciados hebreos como Moisés, Los egipcios lo llamaban MFKZT, y los caldeos sem-an-na. Era la Piedra Filosofal, el Maná y quizás el Grial. No discutimos las ideas de Gardner, ni esa posibilidad, pero en otras manos, han servido para sacralizarlo y restarle credibilidad científica.

Charla de Laurence Gardner sobre el Ormus.

Al socaire de ese entorno aparecen curiosas webs, como la ORMUS University, en Okinawa, Japón, respaldada por nombres como Ormus Institute of Natural Science and Metaphysics y Ormus Natural Sciencies Laboratories Intl. Encabezada por el cuadro de la Gioconda (subliminalmente, Código da Vinci), resume el libro. Mito Magia y Asesinato del Ormus por H. Alfred Goolsbee, publicado por esa entidad: ORMUS en Sumerios, Annunakis, Esenios, Tibet, inmortalidad, teleportación, etc. (Nota personal; Los enlaces de Gabarró no los he encontrado, y si se busca en amazon o en cualquier web de libros aparece este otro libro al que Gabarró hace referencia). La princesa Diana y los Merovingios. Nazis. ¡La Iglesia Católica, entre otros, culpable de la supresión de ORMUS! Illuminati…. Esta organización se arroga la propiedad de las marcas ORMUS y ORMES, cuando estos términos ya eran públicos doce años antes. Para acabarlo de desacreditar, Hudson se enteró, o le hicieron creer, que era supuesto descendiente de los Merovingios, Magdalena, Jesús, llegando hasta el Rey David. Es penoso que este rocambolesco entorno reste interés científico a las enormes posibilidades agrícolas de esta materia.

Albaricoques tratados con ORMUS.

Albaricoques tratados con ORMUS.

Los pruebas con cultivos vegetales son relativamente fáciles de controlar utilizando parcelas testigos. En China RP, el profesor Hou Tian Zhen, hizo una serie de pruebas en la Estación Experimental de An-Ning, comprobando que el ORMUS aumentaba el rendimiento de judías tiernas en un 81 %, la remolacha dulce 67 % , la soja 29 % y el melón 65 %, con una mayor precocidad y resistencia a plagas y a la sequía. La hipótesis era que esas plantas tenían los estomas, aberturas por donde respiran, más dilatados, lo que facilitaba el intercambio gaseoso.

Nueces tratadas con ORMUS.

Nueces tratadas con ORMUS.

En Internet, buscando “Ormus plants” se encuentran una serie de sitios al respecto. Uno proporcionado por la mencionada web http://www.subtleenergies.com, que recoge los resultados recopilados por Dana Dudley, es el más extenso, Ha recogido datos de 42 cultivos que han mejorado rendimientos, precocidad y tamaño de sus frutos con ORMUS, citando algunos: aguacate, alfalfa, algodón, ananá, bananas, café, ciruelas, coliflor, fresas, ginseng, girasol , kiwi, maíz, mandarinas, manzanas, melocotón, naranjas, nueces, pimientos, tomates, uva. También en floristería. Unos pocos resultados:

En los cultivos industriales, que controlan rendimientos y se analiza la producción, estas mejoras son cuantificables. La alfalfa en una zona en la que se obtenían 3 cortes por año, pasó a 5, con una producción de 19 toneladas por hectárea, el primer año, y 25 el segundo, cuando la media de la región era 9 toneladas. Ello es coherente al pasar de 3 a 5 cortes. El contenido de proteína pasó del 21 al 29 % y TND, (Total Nutrientes Digestibles) del 70 al 80 %. Las vacas alimentadas con esta alfalfa dieron un 30% más de leche.

Un cultivo delicado es el ginseng, que requiere una tierra descansada y de alta calidad, es muy sensible a las plagas. En EEUU, la suplementación con ORMUS, dio un rendimiento de 5600 Kgs por hectárea, cuando el promedio son 1500 Kgs. El principio activo del ginseng son los gingenósidos, de los que dio un contenido del 11 % , cuando el promedio normal es entre 6 y 8 %. Equivale a multiplicar el rendimiento por 3,5 y la producción total de gingenósidos por 5,3. Parece exagerado, pero hay que tener en cuenta que el ginseng es un cultivo muy especial, muy exigente, y posiblemente los rendimientos usuales en EEUU, sean muy inferiores a los de Corea, su habitat natural.

Naranjas tratadas con ORMUS.

Naranjas tratadas con ORMUS.

La uva con ORMUS, resultados en EEUU, Australia y Nueva Zelanda, rendimientos entre un 70 y 100 % más, con dos semanas de precocidad y un mayor contenido de azúcar. El café se incrementa entre un 50 y 100 %, con granos mayores y una alta calidad. Un cultivador de Puerto Rico ha incrementado la producción, y las plantas con solo tres años están a pleno rendimiento. Su maduración uniforme permite su cosechado en solo tres turnos, ahorrando mano de obra.

Yendo a una hortaliza familiar, el tomate, cultivadores industriales informan de incrementos entre 67 y 100 %, con un período de producción del doble lo usual. Este tratamiento permite cortar la ramificación más baja, normalmente estéril y plantarla. Enraíza y llega a la plena producción en 45 días. En la estación experimental de An-Ning se dobló la cantidad de flores, con un incremento de frutos del 27 %.

En dos variedades de patatas, la roja y la Russet, con ORMUS se obtuvieron mejoras del 90 % y los grados Brix, relacionados con los almidones, un 30 % más. Las plantas tuvieron una precocidad de 17 días, dentro de los tres meses normales. Todos estos resultados, divulgados por Dudley, (que advierte que algunos cultivos, como el maíz, han sido sometidos a otros tratamientos “energéticos” como el “ Sonic Bloom” sonidos como cantos de pájaros), aunque sin garantía de seriedad científica, merecen ser tenidos en cuenta.

Pero Dudley no es el único que divulga resultados. Hay un montón sitios en los que además de estimar rendimientos muy superiores, pueden verse fotos de enormes calabazas, y monstruosas cannabis. Una de las ventajas que resaltan, además del rendimiento, es una mayor resistencia a las plagas y sobre todo una muy alta tolerancia a la sequía, lo que permite ahorrar riego.

El tipo de ORMUS utilizado en agricultura es el de agua de mar. Su elaboración es sencilla. Se añade al agua de mar, lentamente y con agitación constante, una lejía concentrada de sosa cáustica, entre el 10 y 20 %, hasta pH 10,78 exacto. La operación puede tardar un par o tres de horas, ya que se forman tampones y la sosa se debe añadir muy despacio para no sobrepasar este pH, hasta que quede estable por lo menos 10 minutos. Se forma un precipitado blanco, que se deja posar una noche, quedando una parte sedimentada entre 1/7 y un 1/10 del volumen total. Se retira por sifonación la solución clara que sobrenada, y el precipitado se lava tres o cuatro veces con agua normal repitiendo al proceso de sedimentación. De un litro de agua de mar, se obtienen de 150 a 100 ml de suspensión blanca de precipitado. Es el ORMUS, que algunos llaman C-11, que se utiliza como fertilizante. Se aplica en proporción entre 25 a 50 litros por hectárea, o sea de cuarto a medio litro por 100 metros cuadrados, 2,5 a 5 ml por metro cuadrado. También se utilizan las sales del Mar Muerto y del Gran Lago Salado de Utah, para preparados comerciales como el C-Gro ©.

Las propiedades fertilizantes del agua de mar, directamente o sus sólidos completos, sin esta sencilla operación química, ya fueron investigados por el Dr Maynard Murray entre los años cuarenta y sesenta del pasado siglo, más de veinte años de experiencias. Consiguió la colaboración de la US Navy y se hacía traer vagones cisterna con agua de mar de diversos océanos a Cincinnati, a 600 Kms. de la costa. Según él, así como la sal, cloruro sódico, aislada, es perjudicial para las plantas, cuando va acompañada por los sólidos completos del agua de mar, pierde la toxicidad. (Nota a tal descubrimiento llegó también el genio de René Quinton y toda la polémica sobre los beneficios de la ingesta de agua de mar). Ello le permitía utilizar cantidades entre 100 y 250 gramos de sólidos marinos por metro cuadrado, lo que bastaba para cuatro o cinco años. En una etapa posterior, para ahorrar costes de transporte, utilizaba los sólidos desecados.

En este vídeo de Oriol Arnal de la Fundación Aquamaris de explican los principios que permiten regar con agua de mar por capilaridad, desmontando con ello, los mitos y las leyendas de que el agua de mar es nociva.

Maynard Murray

Maynard Murray

Así, ensayó en diversos Estados de la Unión, acres y acres de cereales, consiguiendo incrementos de 14 % en Avena, 15 % en Maíz, 14 % en Soja. También en Tomates 18 %, con un 25 % más de Vitamina C. Pero lo más importante era su resistencia a plagas y virus inyectados adrede, y su efecto en las dietas de los animales de experimentación, ausencia de enfermedades degenerativas en cepas predispuestas a estos trastornos. En 1976 publicó un libro, Sea Energy Agriculture, pero como el Dr Murray era otorrinolaringólogo sin ningún título en agricultura, y en aquella época no se daba importancia a la ecología y afines, aparte intereses contrarios de fabricantes de fertilizantes, pasó desapercibido. También es posible que a pesar de que Murray aseguraba que estas cantidades de sal no eran perjudiciales, parecerían excesivas. Con ORMUS, las cantidades utilizadas son insignificantes, 2,5 a 5 ml, equivalentes a unos de 0,05 a 0,1 gramos de sólidos de ORMUS por metro cuadrado. No se entiende como una cantidad tan pequeña puede causar incrementos espectaculares, quizás intervengan aspectos de energías sutiles que escapan a nuestra compresión.

De todos modos, queda un interrogante. Suponiendo un promedio efectivo de 4 ml de suspensión del precipitado ORMUS, por metro cuadrado, para obtenerlo, se ha partido de unos 30 ml de agua de mar, conteniendo 1 gramo de sólidos, principalmente Cloruro Sódico. Suponiendo añadiésemos directamente como agua de mar, es una cantidad muy pequeña como para salínizar la tierra. Murray utilizaba de 100 a 250 gramos de sólidos marinos marinos por metro cuadrado. Sin embargo añadiendo directamente estos 30 ml de agua de mar, que teóricamente contiene los elementos ORMUS de estos 4 ml de precipitado, deberían obtenerse los mismos resultados que con ORMUS precipitado, pero según los entendidos, ello no es así. Por ello, parece que este proceso tan simple de alcalinizar a pH 10,78 y precipitarlos como insolubles, “activa” de una u otra manera a estos supuestos metales preciosos, que en estado soluble son inactivos. Ello haría que estas cantidades tan pequeñas fueran suficientes. No se entiende como un proceso tan simple como una insolubilización, puede cambiar tan radicalmente el comportamiento de estos elementos.

Así y todo no está claro y se requerirían ensayos con cantidades equivalentes de agua de mar y con el precipitado. Por otra parte, si este precipitado se redisuelve al acidificar con ácido clorhídrico, como así ocurre, ¿Perderá entonces su actividad?. Al que no tenga conocimientos de agricultura, le parecerá más lógico que unos elementos solubles como el agua de mar sin tratar, sean más asimilables directamente, pero hay que tener en cuenta que son más fácilmente arrastrables, mientras que los insolubles como el precipitado de ORMUS, pueden permanecer largo tiempo a disposición de las plantas, ya solos o ligados a otros soportes, ¿Será una razón de su efectividad? Tampoco se dice que ocurre si se deshidrata. Aunque algunos aseguran que mantiene su actividad.

Además, sería imprescindible comprobar la presencia de estos supuestos metales preciosos, en esta peculiar forma atómica, o “Estado M” (una forma atómica bloqueada e indetectable por los reactivos o sistemas instrumentales corrientes) en los precipitados de agua de mar. Ello requiere un aporte extraordinario de energía para romper ese bloqueo, lo que se puede conseguir con un costoso instrumento, “espectrometro de masas” adaptado para una prolongada combustión en el arco eléctrico, para utilizar el protocolo soviético, del que, con esta exigencia suplementaria, disponen muy pocos centros de investigación. Ello dificulta un estudio serio del asunto. En conjunto, un proceso de investigación no difícil, pero costoso y que dada la “mala fama”, con un contexto esotérico y mágico del ORMUS, ningún centro de investigación osaría abordar.

El Dr. Roger Taylor, que publicó el artículo en NEXUS, hizo su propia experiencia doméstica. Dos surcos de patatas tratadas con ORMUS marino le dieron 26 Kgs y los controles 14 Kgs, casi la mitad. Algunas zanahorias le pesaron casi medio kilo.

Aspecto amarillento del ORMUS.

Aspecto amarillento del ORMUS.

Hemos presenciado una experiencia efectuada en verano 2007, sin ningún control, en Cataluña, región del Maresme, con tomates, pimientos y judías tiernas. Su abundancia despertó la admiración y extrañeza de experimentados payeses. Calculados para consumo de una familia, sobraba el más del doble. El período de producción se prolongó y los tomates recogidos maduros, se mantenían un par de semanas sin estropearse. Aunque, pensando que aquello no funcionaría, no se hizo ningún control con plantas testigo, la impresión general era que la producción era extraordinaria. El agua de mar para el ORMUS, se sacó de la playa más próxima.

Dos años más tarde, en los meses de verano, como “treball de recerca” de un alumno de bachillerato del Institut Damià Campeny, se hizo una prueba en macetas de plástico, todas con una misma tierra virgen de bosque recién extraída, adicionada de abundante estiércol de caballo y previamente muy mezclada y uniformizada. Un total de 54 macetas de 4 l de capacidad, con tres hortalizas de desarrollo rápido, lechuga, espinaca y rabanito, con 3 variantes de 6 macetas cada una, A, testigo sin nada, B con abono standard 15,15,15, Nitrógeno, Fósforo y Potasio, y ORMUS de agua de mar. No se notaron diferencias entre unos y otros incluso los que tenían abono no se aventajaron, por lo que tampoco se pudo comprobar una posible actividad del ORMUS. En todas las variantes los rendimientos fueron más bajos de lo normal que en la tierra de un huerto. O bien este ORMUS no es efectivo, o la prueba estaba mal hecha o la tierra no era la adecuada, o el proceso no funciona en macetas de plástico.

Con todo, aunque este ensayó fue inútil, por lo que hemos leído, estamos convencidos de que el producto que llamamos ORMUS, al menos en agricultura, tiene un potencial que merece ser investigado en serio. Ello es importante de cara a un futuro con escasez de agua dulce, ya que por una parte los cultivos con ORMUS producen más cantidad con la misma agua y por otra son más resistentes a las sequías. Han sonado alarmas por el temor a destinar tierra a cultivos para producción de carburantes, en detrimento de las destinadas a alimentos y provocar hambrunas, (ello ya ha empezado con la alarmante subida de los precios de los cereales) pero esto se podría corregir con una mayor productividad de los cultivos alimentarios. Además aplicando ORMUS a los cultivos de biocarburantes, se podría mejorar su rendimiento y requeriría menos tierras. El precio de los fertilizantes, con la excusa del petróleo, se ha doblado en un año. La aplicación de ORMUS, permitiría reducirlos y suprimir algunos..

Flores tratadas con ORMUS.

Flores tratadas con ORMUS.

Así como el efecto de la ingestión directa de ORMUS sobre la salud es discutible, el efecto positivo de la ingesta de alimentos cultivados con él, o con sólidos totales marinos, al menos en animales, parece mucho más comprobado. Aunque es difícil creer que los efectos del ORMUS en Agricultura se deban a un enigmático e incomprensible contenido en metales preciosos, no comprobable por las técnicas analíticas usuales, lo importante es que funcione, y eso sí se puede comprobar.

El agua de mar es inacabable y gratuita, y el proceso para obtener ORMUS, sencillo y barato. Se puede automatizar y abaratar, y facilitar el transporte eliminando más agua. Las cantidades necesarias son ridículas. Hemos creído necesario divulgar esta información despojándola de mitos y leyendas para animar a futuros investigadores. Es probable que el asunto ya se esté investigando y no se publique ningún trabajo serio. Obviamente a las compañías de fertilizantes, semillas, etc., aunque les conviene estar informadas, no les interesa que se divulgue, y no subvencionarán ninguna investigación universitaria o estatal. De todos modos, Dudley cita un trabajo (sin referencia) de la Universidad A&M de Texas, que es un centro con prestigio, con soja y aumento de rendimiento del 30 %. Y si realmente tiene estas propiedades físicas tan raras que desafían la gravedad, entra en materia reservada militar.

Si los ensayos fueran positivos, el proceso sería fácilmente industrializable reciclando barcos pesqueros obsoletos provistos de la correspondiente instalación de precipitación en continuo, y maquinaria, centrifugadoras, para reducir el precipitado de ORMUS, al mínimo volumen. Recogerlo en alta mar y posteriormente acabar de purificarlo en tierra. Un proyecto más ambicioso sería un buque factoría que llegara hasta la obtención de un ORMUS desecado, con un rendimiento de 2 Kgs por 1000 l de agua tratada.

Mataró, Septiembre 2009. Alberto Borrás Gabarró

Bibliografía.

Ormus.

David Radius Hudson

SubtelEnergies de Barry Carter.

Otros autores relaciodos con el Ormus.

Presunta charlatanería sobre el ORMUS.

Otros.


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18 thoughts on “Ormus, ¿leyenda o realidad? Por Alberto Borrás Gabarró.

  1. Ormus, ¿leyenda o realidad? Por Alberto Borrás Gabarró. | Fundación Aqua Maris , es adictivo, desde que os recibo no puedo parar de mirar todas vuestras sugerencias y me alegra cuando recibo uno más, sois lo mejor en español, me encata vuestra presentación y el curre que hay detrás. Un beso y abrazo,GRACIAS POR VUESTRO TRABAJO, nos alegrais la vida.

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  4. Saludos para todos los compañeros.
    Soy un pequeño agricultor de Jalisco, México y victima de las grandes transnacionales, empece a leer un poco sobre agricultura orgánica por una razón y esa razón eran los precios altos de estos productos en el mercado, de lo que actualmente no me siento orgulloso; no podía sostener mi trabajo, todo el dinero recuperado de la venta lo debía a la casa de VENENOS ( agroquimicos ) el cual nos da ¨crédito¨ con el precio mas alto de la región y si fuera poco con el 3% de interés; comencé a leer e investigar otras alternativas y me di cuenta de que hay grandes personajes que an aportado grandes trabajos como: Julios Henzel, René Quinton, Murray, Edgar Quero, Jairo Restrepo y Ángel gracia. Todos ellos hablan de la importancia de los minerales y como no, todo nuestro cuerpo esta echo de estos elementos. Hay muchas pruebas que apuntan que disponibilidad de estos minerales en nuestro cuerpo es la fuente de una buena salud, cura preventiva sobre cáncer y muchas mas enfermedades.
    Actualmente estoy leyendo acerca de la obtención de minerales con agua de mar ( ORMUS ) y me gustaría saber de algunas experiencias personales y si lo aplican a la agricultura

  5. un familiar en este momento esta en el mar, así que, en unos días obtendré esta apreciable fuente de minerales, luego publico mis experiencias

  6. fecha de esta, mi, respuesta 24 de marzo de 2022… el último comentario que veo acá es del 2016

    ¿No hay ningún resultado de quienes publicaron que harían o estaban haciendo ensayos?

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